La nube negra que se cierne sobre Miami Dade trae mal augurio

Por. Juan Bien
 
Miami Dade - ¿Cree usted en las predicciones espirituales? Pues de eso se trata, pregunto ¿Qué hacen las personas cuando ven a otras personas corriendo y mirando hacia atrás? La mayoría sin saber de qué sé trata sale corriendo también, por aquello de “Es mejor decir aquí corrió” es la razón por lo que redactamos este editorial sobre “La nube negra que se cierne sobre el condado Miami Dade” nos llamó la atención de que el popular religioso y empresario de Miami José Montoya le haya dicho adiós a ese condado después de residir allí por 40 años.

Montoya primero se mudó a la ciudad de Weston, después subió un poco más a la ciudad de Parkland, ambas en Broward county, pero en esta ocasión la tirada fue más lejana, se mudó para el norte de la Florida, pero no sólo eso, traslada todas sus empresas para el norte, incluso en plena pandemia del Covid 19, cuando los negocios sufren perdidas y otros cierran definitivamente, de curiosos le preguntamos a Montoya si podría explicarnos sobre su decisión, y esto fue lo que nos dijo.
 
Dios me dio un don espiritual, ver y predecir el futuro, sea bueno o malo, las cosas malas pasan en cualquier lugar para cualquiera, pero no me gusta lo que vislumbro para el sur de la Florida, en el 2011 ya en Miami Dade se encontraba en pleno apogeo una nube negra maléfica que comenzaba a cernirse sobre ese condado, pensé que moviéndome un poco hacia el norte me alejaría de esa mala influencia espiritual grupal, pero no, seguía muy cercana, entonces me moví a 50 millas más al norte, pero la nube seguía muy cercana, entonces decidí moverme a 290 millas del sur de la Florida, y no dejar más que los recuerdos de 40 años en esas dimensiones espirituales que hoy día está envuelta en una oscuridad espiritual total, y eso es funesto, a mí no me gusta que me cojan dormido y sin las botas puestas, es fatal.
 
Montoya nos explica que esa zona ya está maldita, pero que será peor lo que viene sobre ese condado, “presiento que terminará más allá de convertirse en una ciudad de poco valor social, algo malo se está acomodando y terminar en una catástrofe que no puedo visualizar claramente de qué se trata, por si acaso y quiera Dios me equivoque, yo no quiero estar allí, tengo muy buen olfato y no me voy a tapar la nariz en este caso, y no se trata de enfrentar a las escorias enemigas mías de siempre, porque estoy acostumbrado a ellas, sino de algo malo que huelo en el ambiente, y no es que se trate de mí solamente, abarca toda esa dimensión que cubre toda esa nube negra que se cierne sobre esa zona del sur de la Florida”

Señores, en los 50 años que conozco a Montoya jamás lo he visto echar para atrás o salir huyendo, sólo una vez lo vi, cuando abandonó Cuba en 1980, y en esta ocasión, por eso digo "Es mejor decir aquí corrió y aquí quedó"